2. EVOLUCIÓN DE LOS
SISTEMAS ECONÓMICOS.
2.1. El mercantilismo y
el nacimiento del capitalismo.
El mercantilismo es una corriente del pensamiento económico
surgida en el período de descomposición del feudalismo y de emergencia del
capitalismo. La cima de su desarrollo puede ubicarse en la primera mitad del
siglo XVII, aunque su aparición se remonta a los siglos XV y XVI, en Europa
Occidental.
En tal contexto histórico, el mercantilismo expresó los
intereses del capital mercantil. El desarrollo del comercio y del crédito fue
paulatinamente permitiendo que las ciudades medioevales se fueran
especializando y enlazando e incluso se establecieran fuertes alianzas entre
ellas, de modo que favorecieron la expansión de las relaciones internacionales
del comercio y el crédito y, con ello, la aparición de una potente clase de
capitalistas mercantiles y prestamistas. Una vez que el capital industrial y,
consecuentemente, la industria, prevalecieron sobre el comercio, el capital
comercial fue subordinado por el primero, dando lugar a la rápida desaparición
del mercantilismo.
El mercantilismo posee un doble carácter; es una Economía
Política que expresa los intereses del capital comercial –según palabras de
Marx, el primer estudio teórico del régimen de producción capitalista- y, al
propio tiempo, constituye la política económica que mantuvieron los Estados
durante el período final del feudalismo y del surgimiento del sistema
capitalista.
A diferencia de los señores feudales, quienes identificaban
la riqueza con la tenencia de bienes para su uso y disfrute, los mercantilistas
identificaban la riqueza con la tenencia de dinero, que vendría a ser algo así
como un tesoro eterno, resultado del margen comercial de la venta de
manufacturas nacionales en el exterior. Vender más y comprar menos; obtener un
balance activo en el comercio exterior, eran las máximas del mercantilismo.
La producción de mercancías en la ciudad en forma de
artesanía y la atracción al cambio de las mercancías campesinas en las aldeas
eran la base de la actividad comercial, la que contribuyó al desarrollo de las
relaciones capitalistas. El mercado era un medio poderoso que aceleraba la
desintegración del feudalismo y el crecimiento de la economía mercantil,
dejando atrás la economía natural, pues todo el mercado necesitaba dinero.
El capitalismo es el sistema económico fundado en el
capital como relación social básica de producción. El capital es un factor de
producción constituido por inmuebles, maquinaria o instalaciones de cualquier
género, que, en colaboración con otros factores, principalmente el trabajo y
bienes intermedios, se destina a la producción de bienes de consumo. Es la
cantidad de recursos, bienes y valores disponibles para satisfacer una
necesidad o llevar a cabo una actividad definida y generar un beneficio
económico o ganancia particular. A menudo se considera a la fuerza de trabajo
parte del capital. También el crédito, dado que implica un beneficio económico
en la forma de interés, es considerado una forma de capital (capital
financiero).
En el capitalismo los individuos privados y las empresas,
empleando trabajadores asalariados, llevan a cabo la producción y el
intercambio de bienes o de servicios, con el propósito de producir y acumular
ganancias u otro beneficio de interés propio.
Recuperado de: http://www.zonaeconomica.com/el-mercantilismo
2.1.1. El periodo
clásico.
Escuela Clásica
Doctrina clásica que defendió la libertad de producción y
la libertad del mercado, con conceptos fundamentales de la escuela fisiocracia,
adoptados por la economía clásica, llamada también escuela liberal.
La iniciación de la escuela clásica parte de la aparición
de la famosa obra de Adam Smith (1723-1790), “La Riqueza de las Naciones”,
publicada en 1776, está catalogada como el compendio de enseñanzas económicas
mejor organizado y como una obra filosófica amplísima, en la cual se examina
con gran visión, los problemas del ser humano y de la sociedad.
“La Riqueza de las Naciones” es el tratado de economía que
ha ejercido más influencia en su estudio, no solo en el desarrollo de su
pensamiento sino en las políticas de muchas partes del mundo. Su objeto
principal fue el de acelerar el derrocamiento del sistema económico que
prevalecía en su época. Para la mayoría de los historiadores económicos, “La
Riqueza de las Naciones” es la “Biblia de la economía clásica”.
La Escuela Clásica le siguió al sistema fisiocrático,
acogiendo conceptos como libertad de producción y libertad del mercado, tiene
sus antecedentes en las investigaciones, ideas y tesis de sus representantes
más destacados, dentro de las distintas etapas del desarrollo y la evolución de
la escuela. Una serie de economistas destacados complementaron sus teorías con
concepciones constructivas y aportes de gran significado. Por eso surgió una
ideología dispersa y a veces contradictoria, que con frecuencia hace dudar de
la unidad interna del sistema. Sin embargo, esta es una apreciación equivocada
porque todos sus principios se fueron abriendo paso con mucha claridad y
consistencia.
Recuperado de: http://escuelasdelpensamiento.blogspot.mx/p/es-clasica.html
2.1.2. El siglo XIX.
El siglo XIX fue esquivo para el desarrollo económico del
país. El fuerte impacto que provocó la Independencia sobre la economía de una
colonia como la de la Nueva Granada, que había sido bastante pobre hasta el
momento, la hizo empobrecer más, por lo menos hasta 1850.
La pérdida de participación en la órbita comercial ibérica,
al tiempo de que se carecía de productos alternativos de exportación distintos
al oro, cuya producción se deterioró, produjo una reducción de los ingresos
externos. El mercado mundial entretanto no mostró dinamismo hasta 1850, lo cual
escasamente ayudó a salir de la contracción producida por la guerra y por la
pérdida inicial de comercio. La política y la guerra debilitaron la institución
de la esclavitud y, por lo tanto, la minería se contrajo primero para
estancarse después, manteniendo cierta dinámica en Antioquia. La guerra misma
produjo pérdidas de vidas, semovientes, mulas, cosechas y las propiedades de
chapetones y realistas fueron expropiadas, incentivando la fuga de capital. Sin
embargo, a pesar de todos los problemas, se comenzaron a echar los cimientos de
una nueva sociedad, un tanto más liberal, que eventualmente saldría adelante
con nuevas exportaciones hasta consolidar el café como la principal de ellas,
ya a principios del siglo XX.
Recuperado de:
2.1.3. La gran
depresión.
La Gran Depresión fue una profunda recesión económica
mundial que empezó a principios de 1929 y terminó en diferentes momentos de los
años 30 o principios de los 40, según el país. Fue la mayor y más importante
depresión económica de la historia moderna, y se utiliza en el siglo 21 como
punto de referencia sobre lo que podría ser una futura caída de la economía
mundial. La Gran Depresión se originó en los Estados Unidos.
La mayoría de los historiadores suelen usar como fecha de
inicio el crash bursátil del 29 de octubre de 1929, conocido como "Martes
Negro". El fin de la depresión en los Estados Unidos se asocia con la
aparición de la economía de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, que
empezó a funcionar en 1939.
La Gran Depresión tuvo efectos devastadores tanto en los
países desarrollados como en desarrollo. El comercio internacional se vio
profundamente afectado, al igual que los ingresos personales, los ingresos
fiscales, los precios y los beneficios empresariales. Ciudades de todo el mundo
resultaron gravemente afectadas, especialmente las que dependían de la
industria pesada. La construcción prácticamente se detuvo en muchos países. La
agricultura y las zonas rurales sufrieron cuando los precios cayeron entre un
40 y un 60 por ciento. Frente a la caída de la demanda, con pocas fuentes
alternativas de puestos de trabajo, fueron las áreas dependientes del sector
primario (industrias como la agricultura, la minería y la tala de árboles) las
que más sufrieron.
Incluso poco después del crash de Wall Street de 1929, el
optimismo persistía. John D. Rockefeller dijo que "estos son días en que
muchos se ven desalentados. En los 93 años de mi vida, las depresiones han ido
y venido. La prosperidad siempre ha vuelto otra vez."
La Gran Depresión terminó en momentos diferentes según el
país. La mayoría de los países establecieron programas de ayuda y sufrieron
algún tipo de agitación política, impulsándolos hacia extremismos de izquierda
o derecha. En algunos países, los ciudadanos desesperados se sintieron atraídos
por nacionalistas demagogos (como Adolf Hitler), preparando el escenario para
la Segunda Guerra Mundial en 1939.
Recuperado de: http://www.grandepresion.com/
2.1.4. Monetarismo,
estructuralismo, neoliberalismo.
Monetarismo: Es una
teoría económica que considera a la cantidad de dinero disponible como un
elemento determinante dentro de la economía. Se opone al keynesianismo
sosteniendo que la inflación es un problema únicamente monetario y asegura que
se produce debido a que hay más dinero en circulación del que la economía
demanda.
Según el monetarismo el estado no debe intervenir en el
mercado, sino únicamente fijar y controlar la cantidad de dinero en circulación
que requiere la economía. El monetarismo también sostiene que el consumo no
está influenciado por la renta a corto plazo sino por la renta a largo plazo.
Hay varias escuelas que se basan en el monetarismo,
principalmente la “Escuela de Chicago”. Pero para muchos el monetarismo no
constituye por sí solo una escuela sino simplemente una teoría macroeconómica. Se
considera a Milton Friedman como el fundador del Monetarismo moderno.
Características del monetarismo:
·
Propone el libre
mercado y la no intervención del estado.
·
Atribuye como causa de
la inflación el hecho de haber más dinero en circulación.
·
Considera estable al
sector privado.
·
Considera responsable
al estado de las crisis económicas.
·
Una de las principales
amenazas de la economía es la inflación.
Estructuralismo: Después
de la Segunda Guerra Mundial, con la reiniciación del debate sobre los temas
del crecimiento económico, surgió el concepto de desarrollo como parte de las
nuevas inquietudes que agitaron el espíritu de los hombres bajo el impacto de
la conflagración mundial. Hubo una toma de conciencia de los desniveles
económicos en que estaban situados los individuos dentro de los Estados y los
Estados en el concierto internacional. Nació entonces la teoría del desarrollo
y, por contraste, también la teoría del subdesarrollo, con todas sus múltiples
implicaciones de dominación y dependencia.
Dentro de ellas se marcó una tendencia en América Latina a
considerar que las causas del desarrollo y del subdesarrollo eran de naturaleza
estructural, esto es, que residían en los sistemas económicos y sociales
imperantes en los países. Fue en el curso de las discusiones en torno al tema
de la inflación, cuyas causas y remedios se pretendía identificar, que surgió la
palabra estructuralismo para designar la posición de los economistas
latinoamericanos que, alejándose de las soluciones puramente monetarias,
buscaban los orígenes estructurales del problema para darle solución en sus
causas antes que en sus efectos.
Los economistas del “estructuralismo” se apartaron de las
concepciones ortodoxas en su visión macroeconómica y microeconómica.
Desconfiaron del mercado como el instrumento idóneo de conducción de la
economía y de asignación de recursos. Fortalecieron el rol del Estado en el
proceso económico, sea planificando la producción, sea construyendo obras de
infraestructura económica y social, sea asignando recursos a las diversas
actividades económicas, sea estimulando o desalentando las iniciativas
particulares según su conveniencia social.
Esta teoría sostiene que los procesos políticos y culturales
de un país están determinados por las diversas estructuras económicas y
sociales que en él existen. Las estructuras son las partes fundamentales que
sustentan la organización social. Según ella, la condición de subdesarrollo
económico, el atraso político y social, las deformaciones de la organización
política y todos los demás elementos de la vida comunitaria obedecen, en último
término, a factores estructurales de orden económico. Por consiguiente, para
avanzar hay que instrumentar un cambio fundamental en las estructuras
socio-económicas del Estado.
Neoliberalismo: El
neoliberalismo es un modelo económico que se enmarca dentro de las doctrinas
del liberalismo económico, a su vez dentro del sistema capitalista.
Quienes defienden al neoliberalismo, llamados neoliberales,
muestran su claro apoyo a la liberalización en materia de economía, lo cual
implica que los mercados sean totalmente abiertos, fomentando de este modo el
libre comercio, a partir de una desregulación de los mercados.
Además, el neoliberalismo tiene otra característica
fundamental que es la privatización, por la idea de que la administración
privada es más eficiente y adecuada que la administración pública. Por eso, de
este modo se “achica” la intervención del Estado tanto en lo que hace
referencia a la regulación del mercado como así también al gasto e inversión
pública en materia de caminos y rutas, educación, salud, etc.
El neoliberalismo surgió en 1930, como una manera de
superar la crisis de la Bolsa de Nueva York en 1929, que puso en jaque al
mercado de valores. Además, en su conjunto de teorías e ideologías, el
neoliberalismo impulsa el fortalecimiento de las economías nacionales, pero a
partir de una división del trabajo pensado a gran escala, para de ese modo
poder ingresar en un proceso de globalización, lo cual se denominó división
internacional del trabajo, donde cada país fortalecía e impulsaba su economía
en un sector específico: en el caso de los países de América Latina, la
agricultura, la ganadería y otras actividades primarias fueron los principales
motores de inserción en esa división internacional, mientras que los países
europeos y Estados Unidos empujaron su capacidad industrial y desarrollo tecnológico.
Como un “revivir” de esa división internacional del
trabajo, durante los años ’90 se relató el Consenso de Washington, que se
trataba de un listado que incluía políticas económicas aconsejadas para América
Latina con el objetivo de empujar su crecimiento. Este listado fue elaborado
por diferentes organismos financieros a escala internacional en la ciudad de
Washington DC y se transformó en el programa aplicado por varios países de
América Latina, como Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Chile.
Algunas medidas tomadas por los gobiernos, de acuerdo a ese
programa general que era el Consenso de Washington fue privatizar la
recaudación de aportes a la seguridad social, el achicamiento del gasto público
en salud y educación, que llevó a la creación de escuelas privadas y de
servicios de medicina paga, la no inversión en el sector del transporte
público, la casi nula presencia de programas sociales a sectores sociales
vulnerables, etc.
Recuperado de: http://www.economia.ws/monetarismo.php
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